La empresa Give Power instaló en el pueblo de Kiunga, Kenia una planta de energía solar capaz de transformar el agua salada en agua potable para comenzar a combatir el problema de falta de agua que aqueja principalmente a los países en extrema pobreza.
Los expertos de Give Power llaman a su instalación una “granja de agua solar”, en la que usan paneles sofisticados para producir 50 kilovatios para desalinizar el agua de mar y mantener en función dos bombas de agua las 24 horas.
Con esta planta más de 25 mil personas pueden tener agua potable sin necesidad de trasladarse horas a pueblos vecinos para conseguir agua.
El presidente de Give Power, Hayes Barnard, señaló que la idea surgió como respuesta a la preocupación por el hecho de que los africanos toman agua de mala calidad.
“Ves niños dentro de estas aldeas y tienen estas cicatrices en el estómago o en las rodillas porque tienen mucha sal en las heridas. Básicamente estaban envenenado a sus familias con esta agua”, dijo.
La compañía busca llevar este proyecto a países como Haití y Colombia y posteriormente replicarlo a más países.