Interrumpe trump reunión de la cancillería mexicana

En una reunión que duró cerca de dos horas, los secretarios de Estado, Rex Tillerson, y de Seguridad Interior, John Kelly, conversaron en el piso 22 de la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores con Luis Videgaray, José Antonio Meade y Miguel Ángel Osorio (secretarios de Relaciones Exteriores, Hacienda y Gobernación, respectivamente).

En un solemne y rígido mensaje a medios de comunicación para dar a conocer el resultado de dicha reunión, el canciller mexicano informó que “las diferencias entre México y Estados Unidos subsisten y habremos de trabajar para llegar a acuerdos que sean del interés de México y los mexicanos, como habrá de hacerlo el gobierno de Estados Unidos en el interés de su país”.

Mientras que Tillerson y Kelly se alistaban para la reunión con funcionarios mexicanos, Donald Trump, desde la Casa Blanca, comentaba en un evento con 24 empresas manufactureras que había alertado a su secretario de Estado Tillerson, de que su viaje a México iba a ser “difícil” porque es necesario “ser tratados con justicia” por México. Sin mostrar empatía por su vecino del sur, Trump sentenció: “Vamos a tener una buena relación con México, yo espero, y si no las tenemos, pues no las tenemos”. Su desdén lo vinculó al déficit comercial de su país respecto de México porque: “no podemos dejar que eso pase”.

Pero las palabras de Tillerson, en el edificio de la avenida Juárez, no reflejaban lo dicho por Trump. El secretario de Estado habló de la importancia de fortalecer los mecanismos institucionales existentes y calificaba a la reunión como “la continuación de un intercambio productivo y propositivo que sentará un camino para ambas naciones hacia una mayor seguridad y prosperidad de largo plazo”. Sobre la dinámica de la reunión que sostuvo, comentó: “Nos escuchamos con detenimiento mientras con respeto y paciencia expresamos nuestras respectivas preocupaciones”.

Sin un despliegue extraordinario de elementos de seguridad en los alrededores del inmueble ubicado en el número 20 de Plaza Juárez, los funcionarios hablaron en público de temas económicos, comerciales, energéticos, de migración, seguridad, educación, entre otros. El ausente: el muro fronterizo.

El primero y más extenso en tomar la palabra en la Cancillería mexicana fue el secretario Videgaray, quien por cerca de 10 minutos, expuso ,entre otros temas, que la presencia de los secretarios Tillerson y Kelly ocurría en “un momento en que nuestros países y nuestros gobiernos tienen diferencias públicas y notorias”.

“No habrá, repito, no habrá deportaciones masivas”, dijo John Kelly. “Y escuchen esto: no se usará al ejército en operaciones migratorias”, añadió tras señalar que las deportaciones se centrarían en personas con delitos, que se harían de forma “sistemática y organizada” y en “estrecha coordinación” con México. El más frugal en palabras, el secretario Rex Tillerson, expresó que “ en nuestras reuniones, reconocimos que en una relación llena de colores vibrantes, dos naciones fuertes y soberanas en ocasiones tendrán diferencias”.

Sobre esas diferencias Videgaray sentenció: “Para superar los agravios, para superar los sentimientos negativos que sin duda hoy prevalecen más que las palabras, lo que habrá de importar son los hechos”.