¿Cómo cambiar la vida para bien en sólo un mes?

Esta claro que nadie quiere lo malo para su vida, mucho menos desea quedarse estancado e infeliz, pero a veces el ajetreo de la vida diaria dificulta mucho salir de la monotonía y ocuparse de sí mismo, pero como dice el proverbio “el camino más largo, comienza con un solo paso“, y hoy es un día perfecto para empezar a disfrutar de una vida de calidad. Estos pasos, que son en realidad muy sencillos, te ayudarán a cambiar tu vida para bien en sólo un mes.

SEMANA 1: CUERPO Y HÁBITOS

Levantarse temprano, Alrededor de las 6 de la mañana. Si lo haces el tiempo que te hacía falta y que nunca tienes durante el día para dedicarte a ti mismo aparecerá de inmediato. La pereza y la falta de deseo de levantarte temprano no son un indicador de cansancio, en realidad podrían interpretarse como un indicador de que no quieres levantarte a vivir tu vida. ¿Para qué levantarse si te esperan las obligaciones, el tráfico, el trabajo o la escuela? Pero si en cambio el primer pensamiento fuera: ¡Qué bien, un nuevo día, hoy voy a hacer (lo que quieras que no sea dormir) para sentirme bien!. muy probablemente será mucho más fácil salir de la cama. Tú puedes hacerlo si te organizas. 

Alimentación ligera. Para los cambios que se aproximan necesitarás una gran cantidad de energía. Lo más probable es que toda la energía que tienes en este momento sea usada por tu organismo para seguir funcionando y contrarrestar la influencia del alcohol, cigarrillos y comida chatarra. Sin embargo, no aparecen en ninguna guía nutricional sana, por eso lo mejor es eliminarlos. También sería prudente reducir el tamaño de las porciones y no comer hasta llenarte antes de dormir. Escucha lo que tu organismo o tu nutricionista indican. Aliméntate sanamente y tendrás más energía y te sentirás físicamente mejor.

Deporte. Quizá lo más importante: tener un cuerpo tonificado (no necesariamente perfecto) y sano es una condición necesaria para disfrutar de una mente sana. El movimiento es vida por eso para despertar la vida que hay en ese cuerpo y mente cansados ¡hay que moverse!. Practicar yoga, trotar y bailar son opciones populares que producen gran placer; aunque también puedes ir al gimnasio, caminar al trabajo, depende de ti, lo importante es ejercitarse a propósito.

SEMANA 2: LIMPIEZA DE ESPACIOS, ASUNTOS Y LO QUE TE RODEA

Limpiar el espacio. Todo lo que no sirve, que no estorbe. Guardar lo viejo en el depósito no vale. Limpia y ordena todos los rincones, todas las mesas, todos los armarios y por todas partes. Piensa: cada cosa que hay en tu casa no solo ocupa espacio, sino que además se lleva un poco de tu energía, hasta la cosa más pequeña. Deja sólo lo realmente útil, las cosas que te alegren, que te inspiren y que te generen bienestar. Aquí hay un detalle: si aún tienes ese oso de peluche que te regaló esa persona especial en 1998 pero ya no estás con él o ella, pues también es hora de despedirse del oso, o lo que quiera que sea, por más «positivo» que te parezca. Tíralo y no lo pienses, verás que será más fácil respirar.

Limpieza de asuntos y deberes. Piensa ¿hace cuántos años quieres aprender inglés? ¿hace cuánto que tenías planeado ir a San Francisco a ver a tu tía? ¿cuántos puntos de los propósitos de año nuevo pasas al año siguiente cada vez? Piensa en todas las promesas similares que te has hecho y has hecho a los demás, y decide qué hacer con ellas, hay dos opciones: (1) lo haces o….(2) lo tachas de la lista para siempre.

Limpieza de quienes te rodean. Acaba con las relaciones interpersonales que son como un lastre, y/o te hacen sentir triste o de mal humor. No relacionarse con aquellos que critican constantemente y nunca están satisfechos con nada, con aquellos con quienes ya no tienes nada en común y que no te enseñan nada bueno, esto es muy saludable. Date permiso de decir no, de no sonreir si no te nace, de no ser tan educado como deberías si no te place, de ser sincero; si ese es el costo de la libertad, vale la pena pagarlo. En cuanto a los padres, por más que la relación con ellos sea difícil, lo mejor es intentar mejorarla, fomentar el respeto, la tolerancia y pasar más tiempo con ellos.

SEMANA 3: PLANES, METAS Y SUEÑOS

Escribir y realizar los planes. Escribe lo que te hace vibrar, lo que te apasiona; piensa en lo que te gusta y lo que te gustó alguna vez. No olvides planear no sólo el trabajo y el dinero, sino también el descanso, el tiempo con los amigos y las personas que amas, por ultimo pero no menos importante, el tiempo que te dedicarás a tí mismo (de este siempre se olvidan). Hay que hacer un plan que sientas ganas de realizar, que te haga temblar las piernas y las manos de emoción; todo a la vez. 

Escribir la lista de lo imposible. Se trata de escribir una lista de los sueños que no se cumplirán nunca, ese tipo de cosas que son tan irreales que realizarlas parece algo imposible. Apaga por un momento tu lógica e imagina que todo en el mundo está a tus pies: tienes tiempo, dinero, las conexiones necesarias, el talento especifico ¿que querrías?. Hacer esto es muy útil porque sabes lo que quieres, y aunque sea muy dificil estás un paso adelante para lograrlo, porque si aparece la oportunidad, la reconocerás.

Hacer planes cada día. Cada noche escribe los planes para el dia siguiente, ya sean planes cortos, medianos, especificos o como sea, pero debe haber un plan. Incluso si el otro día ya no te acordarás de que tenías ese plan, tu productividad aumentará mucho. ¡está comprobado! Además, no olvides mirar de vez en cuando tu plan global y preguntarte ¿es hacia allá para donde voy? ¿para dónde voy? e incluso ¿voy a alguna parte? ¿por qué?

SEMANA 4: EXTENDER LAS FRONTERAS

Tratar de vivir de otra manera. No hay necesidad de hacer cambios abismales; puedes ir al trabajo por otro camino, entrar a un café al que nunca habías entrado o a una tienda hasta ahora desconocida. Al menos por una vez intenta practicar diferentes tipos de deporte; trata de hacer lo que nunca habías hecho. Durante un día normal, cuando hagas las cosas que normalmente haces pregúntate ¿qué puedo hacer de otra manera ahora mismo? Hay que crear la costumbre de probar algo nuevo cada día, y salir poco a poco de la rutina.

Salir de la zona de confort. Por supuesto que todo lo anterior -si en verdad lo has hecho- ya habrá significado salir un poco de la zona de confort, pero debes ir más lejos, ver a la cara a tus miedos, y no sólo verlos a la cara sino combatirlos. Aquí puedo decir que soy partidaria de los métodos radicales ¿temes a las alturas? Pues ve a saltar en paracaidas ¿le temes a tu jefe? ve a su oficina con nuevas ideas para mejorar la eficiencia del lugar donde trabajes ¿tienes miedo de conocer gente nueva? entonces ve a una fiesta donde no conozcas a casi nadie -o a nadie de ser posible- para no tener la opción de esconderse tras conversaciones con algun amigo y dejar pasar la oportunidad de agarrar al toro por los cuernos y hablarle a gente nueva. Intenta probarte a ti mismo en situaciones “extremas“ como esas.

Descansar. ¿y qué pensabas? ¿sólo hay que trabajar? No. Pero si vas a descansar es indispensable hacerlo fuera de casa, indispensable desconectar el internet y apagar el teléfono, también es indispensable hacerlo solo. En este último punto es igualmente esencial tener una buena y sincera ”retroalimentación». ¿qué ha pasado? ¿que ha cambiado? ¿qué cambios permanentes habrá en mi vida después de esto?.

Llevando a cabo estas sencillas instrucciones cada día y dándoles cabida en tu vida te sentirás en armonía, serás consciente de lo que puedes, verás la luz al final del túnel, y el sendero que va al camino correcto y que con el tiempo será tu camino.