Por ejemplo, el hecho de poder comprar un electrodoméstico a 18 meses sin intereses es algo que de inicio suena muy atractivo, y lo es, siempre y cuando esa mensualidad pueda ser abonada puntualmente y no afecte los gastos más importantes, como son la colegiatura de los hijos, la alimentación o el monto destinado al ahorro voluntario o la inversión.
– Presupuesto. Antes que nada, analiza tus finanzas personales y destina un presupuesto para tus compras del “Buen Fin”. De esta forma no habrá posibilidad de que tus ahorros acaben en tu nuevo refrigerador.
– Haz una lista. Anota por un lado las cosas que realmente necesitas y por otro las que deseas, y clasifícalas según su importancia. Algo que te puede ayudar es responder a preguntas como: ¿si no estuviera en oferta, lo compraría?, ¿realmente lo necesito?, ¿cuánto tiempo lo voy a utilizar: 6 meses, 1 año?, ¿qué tan rápido se deprecia este producto?, ¿vale la pena pagarlo a mensualidades?
– Compara el mejor precio. Un mismo producto puede tener una variación importante de precio entre un comercio y otro. Por ello es recomendable destinar al menos una tarde a comparar precios y promociones. En internet las tiendas departamentales también tienen grandes descuentos y puedes verificar precios a través de su sección de compras en línea.
– Compra bienes duraderos. Para que tu compra sea un gasto útil y no una carga, considera los beneficios y la vida útil de lo que estás adquiriendo, es importante que te dure más de lo que tardarás en pagarlo.
– ¿Pago de contado o a crédito? Depende mucho del bien a comprar y de las finanzas personales de cada consumidor. Los meses sin intereses son un gran aliado a la hora de adquirir electrodomésticos que van a estar con nosotros por muchos años, pero también son un arma de doble filo. Analiza si puedes pagar esa cantidad mes tras mes durante los próximos 12 o 24 meses. Piensa antes de firmar.
– Revisa tus deudas. Si actualmente ya tienes deudas pendientes de pagar, quizá valga más la pena desistir de participar en esta edición del “Buen Fin” y centrarte en recuperar la buena salud de tus finanzas.
– Ahorrar también es bueno. Si ya hiciste un par de compras inteligentes que disfrutarás con tu familia, destina lo restante de tu presupuesto al ahorro voluntario para tu pensión. Vale la pena hacerlo y esto te dará beneficios durante muchos meses y años en un futuro, y además con tasas de interés atractivas. Si ahorras al menos un 10% de tu presupuesto podrás disfrutar de muchos “Buenos Fines” cuando te retires.
– No hagas uso por anticipado de tu aguinaldo. A pesar de que las ofertas sean una gran tentación, no destines tu aguinaldo para pagar estas compras. Lo más seguro es que en Navidad también desees comprar algo para regalar y podrías encontrarte con tu cartera comprometida.