Al comprar una bicicleta en México, el consumidor podrá conseguir que el fisco le devuelva hasta el 25% de su valor. El Congreso mexicano ha aprobado una serie de estímulos fiscales para la movilidad sostenible como parte de los presupuestos generales del país. El plan incrementa la diversidad de vehículos que pueden tener alguna deducción de impuestos, así como el monto por el que sus propietarios pueden recibir este beneficio.

Además de las bicicletas, las motocicletas eléctricas también podrán deducir impuestos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por el 25% de su coste. El uso de la bicicletas en México ha aumentado en los últimos años, principalmente en grandes ciudades donde algunos gobiernos locales han construido ciclovías y han reforzado los reglamentos viales para incluir a los ciclistas.

Las compañías que promueven el uso de automóviles eléctricos podrán acceder a un crédito fiscal de hasta un 30% para invertir en la instalación de equipos de alimentación para coches de este tipo. En México, la venta de automóviles eléctricos es baja. Hasta julio de este año se han vendido 3.700 vehículos de este tipo, el 43% en la Ciudad de México, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Dentro de este mismo plan verde, los diputados mexicanos han introducido, por primera vez, la opción de pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS, un gravamen que incluye a los combustibles) a través de los bonos de emisiones de carbono —el mecanismo internacional para reducir las emisiones de gases del efecto invernadero a través de la venta de certificados— sin embargo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tendrá más de tres meses para determinar el valor de los bonos y la forma en la que los canjeará.