Cómo detectar si tu hijo está siendo víctima de bullying

Muchas veces nos hemos preguntado ¿Qué es el Bullying? ¿Estamos propensos a pasar por una situación como esta? Aunque parezca que no, son muy frecuentes los casos de acoso entre los niños, muchos padres de familia han vivido esa mala experiencia, sin saber que decir y como actuar.

El bullying es una palabra proviente del vocablo holandés y los especialistas la definen (término que en inglés significa «intimidación- acoso») como una forma de acoso o maltrato verbal, físico o emocional que sufre un niño, muchas veces en silencio y de manera reiterada, por parte de compañeros u otros niños principalmente en el aula o dentro del entorno escolar. El acoso sostenido en el tiempo produce efectos físicos y psicológicos que pueden acarrear serias consecuencias sociales, educacionales y emocionales en la vida de los niños e influir en su desarrollo. Por eso, es considerado un problema de salud mental a nivel mundial.

El maltrato infantil es un fenómeno que ha aumentado en los últimos años, afectando a un porcentaje muy alto de los niños, niñas y jóvenes del mundo sin distinguir ningún sector social.

Tipos de Bullying

Físico: Empujones, patadas, agresiones con objetos, etc. Se da con más frecuencia en primaria que en secundaria.

Verbal: Insultos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, etc. Es el más habitual.

Psicológico: Minan la autoestima del individuo y fomentan su sensación de temor. Social: pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros.

Sexual: Es cuando se presenta un asedio, inducción o abuso sexual.

Exclusión social: Cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro.

Claves para detectar si tu hijo sufre bullying

Existen muchos factores que pueden ayudarte a detectar si tu hijo está siendo victima de alguno de estos maltratos. Entre ellos, puedes advertir:

Pretextos para no asistir a la escuela
Si tu hijo está sintiéndose incómodo en la escuela, lo más común es que no quiera ir. Por eso muchas veces puede inventar malestares o excusas para evitar esa situación.  Dolores de cabeza o estómago frecuentes, sensación de malestar o simulación de enfermedad pueden ser indicios a tener en cuenta. Incluso pueden tratarse de manifestaciones reales de su cuerpo ante el malestar psicológico que sufre.

Lesiones sin explicación

Este signo es uno de los más visibles, pero a la vez uno de los más difíciles de detectar, ya que muchas veces los niños o niñas suelen ocultarlos por temor o vergüenza. Muchos de los niños que sufren bullying pueden también volver de la escuela con sus útiles u objetos personales rotos o bien extraviados.

Bajo rendimiento escolar
Un niño que sufre maltrato seguramente presentará dificultades para concentrarse en la escuela. La falta de interés es uno de los indicios más claros de que seguramente algo en el ambiente escolar no está marchando con normalidad.

Problemas de integración
Otra clave para tener en cuenta es la pérdida repentina de amigos o el deseo de evitar situaciones sociales en los niños o jóvenes que están sufriendo estos tipos de maltratos.

Decaimiento
Si tu hijo o hija está sufriendo uno de estos acosos, su autoestima se verá dañada. Por eso es posible que detectes baja su energía, mirada caída y actitud corporal similar a la depresión. También puede presentar cambios en sus hábitos alimentarios o dificultad para dormir.

En algunos casos puede suceder también que alguien que sufre bullying comience a maltratar a terceros, especialmente a sus primos o hermanos más pequeños, con quienes se siente en mayor confianza. Además, puede suceder incluso que manifieste comportamientos como escaparse del hogar o autoinfligirse heridas.

Consejos para padres

Es importante tener en cuenta que los niños que son acosados suelen no pedir ayuda ni contar su problema por temor al acosador, por vergüenza o por sentirse incomprendidos. Por eso, es fundamental estar atento y buscar espacios de diálogo para conocer qué le está sucediendo.

Algunos consejos a tener en cuenta:

Escucha, conversa y confía en tu hijo/a
Antes que nada, escucha a tu hijo/a. Muchas veces hay cuestiones que no se expresan con palabras, pero que los padres pueden percibir. Cambios de ánimo, de humor o conductas habituales pueden darte la pauta de que algo está sucediendo. No lo presiones, genera un espacio de diálogo y déjalo hablar. Quizá muchas veces la clave está más en la escucha que en la pregunta.
Una vez que él hable, no pongas en duda su relato. Cuéntale que el acoso es un problema y procura siempre contenerlo y hacerlo sentir cuidado y valorado.

Informa
Si descubres que tu hijo sufre acoso escolar, informe a las autoridades de la escuela. Pide una cita con los directivos y acuerda un seguimiento con el gabinete psicológico para que el abordaje sea conjunto. Los padres tienen derecho a ser informados del caso y a exigir un control más exhaustivo sobre lo que sucede dentro del colegio.

Pide ayuda
En general puede resultar necesaria la atención psicológica y/o médica para tratar el daño producido. Quizá con un adulto desvinculado del grupo familiar, el niño/a pueda generar la confianza necesaria para dialogar sobre aquello que le está sucediendo.

Apoyo y contención
Como familia es importante que todos le hagan sentir al niño que no está solo. Acompáñalo y anímalo para seguir adelante.

En todos los casos, el diálogo, la cercanía y la acción de los adultos es fundamental para que los chicos no queden librados a su suerte y reciban el amor que necesitan para superar esta situación de la mejor manera posible.

¡Digamos NO al bullying, cambia tu vida y contigo la de los demás!